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Portada. (Proyecto Patrimonio Herido. Dir: Nuria Rodríguez Ortega. iArtHis_LAB Research Group). Disponible en https://patrimonioherido.iarthislab.eu/ [25 de abril de 2024 08:15]

Nuria Rodríguez Ortega. Universidad de Málaga.

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Rodríguez Ortega, N. (25 de abril de 2024). Portada. Patrimonio Herido. https://patrimonioherido.iarthislab.eu/

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Rodríguez Ortega, Nuria. "Portada". Patrimonio Herido, iArtHis_LAB Research Group, 25 de abril de 2024, https://patrimonioherido.iarthislab.eu/

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Rodríguez Ortega, N. (2024) 'Portada', Patrimonio Herido, 25 de abril de 2024. Disponible en: https://patrimonioherido.iarthislab.eu/ (Acceso: 16 de enero de 2021)

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Nuria Rodríguez Ortega, “Portada”. Patrimonio Herido. 16 de enero de 2021. https://patrimonioherido.iarthislab.eu/

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Es noticia

En los puntos séptimo y undécimo de la Resolución de 2016[1] del trigésimo tercer periodo de sesiones del Consejo de Derechos Humanos de la Asamblea General de Naciones Unidas estableció con claridad la necesidad de «que se busquen medios innovadores y mejores prácticas, a escala nacional, regional e internacional, para prevenir las violaciones y vulneraciones de los derechos culturales, y para prevenir que se dañe el patrimonio cultural, tanto material como inmaterial, y mitigar los daños causados» y se invitó a los Estados a «que adopten estrategias eficaces para prevenir la destrucción del patrimonio cultural, que prevean, entre otras cosas, la rendición de cuentas, el registro del patrimonio cultural bajo su jurisdicción por medios digitales y de otro tipo [y] la puesta en marcha de programas educativos sobre la importancia del patrimonio cultural y los derechos culturales».

En ese documento, dirigido fundamentalmente a países en conflicto armado, la ONU dejó establecidas varias directrices que deben utilizarse para guiar la actuación de los poderes públicos, en particular, y de las sociedades, en general, con respecto a la considerable herencia recibida de pasadas generaciones.

Abundando y precisando al respecto, Magdalena Pasikowska-Schnass, del Servicio de Investigación del Parlamento Europeo, recogió en un sumario ejecutivo de 2018[2] los principales efectos benéficos que una adecuada política cultural tiene sobre la sociedad que la practica, que en síntesis pueden describirse en los siguientes elementos.

• Aumenta el atractivo de las zonas urbanas y rurales y contribuye a su desarrollo
• Contribuye también a la calidad de vida de los habitantes y a mejorar el ambiente en los barrios
• Realza la singularidad de dichos lugares y proporciona narrativas para el turismo cultural
• Es un factor influyente en la creación de empleo directo, a través de las instituciones gestoras del patrimonio (300.000) e indirecto, en los sectores relacionados (7,8 millones), en una proporción de 1 a más de 26
• Impulsa la creatividad y la innovación a través de la digitalización y sus usos didácticos
• Genera ingresos por la venta de boletos, actividades turísticas y aumentos en el valor de la propiedad debido a la preservación y mantenimiento del patrimonio cultural
• Es un elemento clave en la regeneración sostenible de áreas históricas
• Estimula la educación y el aprendizaje, y la comprensión de la historia
• Ayuda a construir capital social y sentimiento de pertenencia, y contribuye a la cohesión social
• Preserva el medio ambiente, ayudando a combatir el cambio climático: a menudo sucede que los edificios renovados anteriores a 1890 tienen estándares superiores de eficiencia energética que los edificios modernos

Fuertemente comprometido con estos principios y directrices, que sin duda trascienden los estrechos límites de la inmediatez de resultados pero cuyo provecho a largo plazo para cualquier grupo humano es innegable, el Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Málaga, en especial a través de su grupo de investigación iArtHis_Lab y de sus iniciativas TransUMA y TransUMA Tech, aporta su esfuerzo en tan fructífero empeño a través de Patrimonio Herido.

Un considerable grupo de profesores del Departamento, con currículos que avalan su trabajo en el ámbito patrimonial tanto a nivel nacional como internacional, se ha embarcado en una actividad, en la que participan activamente los alumnos de las titulaciones de Historia del Arte y Turismo. Su objetivo es dirigir la atención sobre aquellas piezas abandonadas, ignoradas, postergadas o incluso directamente amenazadas en su integridad por los poderes públicos y las iniciativas privadas, bien por acción, bien por omisión, concitando sobre ellas el interés y la participación de la ciudadanía en todos sus estratos.

Así pues, en el marco de este proyecto, el Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Málaga e iArtHis_Lab invitan a cualquier persona que se sienta implicada en una labor tan crucial para la salud social y el bienestar de futuras generaciones a participar informando sobre cualquier riesgo del que haya tenido noticia. De esa manera, y como bien señala Leonardo J. Sánchez-Mesa Martínez[3], «la cuestión de la defensa y conservación del Patrimonio deja de ser la expresión de un deseo de élites pensantes (escenario propio de otros momentos históricos y de otros modelos sociopolíticos previos) para convertirse en una reivindicación del sentir popular que ve en sus monumentos y demás bienes culturales el reflejo de algo que es consustancial a su identidad».