Discoteca Bobby Logan

Se trata de un inmueble de propiedad privada calificado para el uso comercial o de equipamiento y que actualmente se encuentra en estado de abandono desde el cierre en 1993 de su último uso como discoteca. Actualmente el edificio no goza de protección arquitectónica, aunque fue incluido en el PGOU de 1983 y se mantuvo hasta 1997.

El edificio se encuentra enmarcado dentro de la corriente racionalista internacional, asociándose en esta línea con la tipología arquitectónica del estilo relax que promulgara el profesor Juan Antonio Ramírez. Así, bajo estas modalidades, la construcción cuenta con una serie de características comunes que resaltan las maneras o formas racionalistas insertas en un contexto funcional puramente de ocio.

Lo racional se hace presente en las formas claras y concisas de la distribución de su fachada, desarrollada mediante una planta rectangular dispuesta en tres pisos edificados, con salientes y entrantes rectos de sus muros y coronada por un tejado a dos aguas. El carácter horizontal del edificio se contrarresta con la difusión de vanos rectangulares insertos en su fachada principal, colaborando en ello también la torre o construcción acanalada que preside el flanco izquierdo.

La planta baja alberga la entrada principal al edificio. Cobijada bajo una techumbre de piedra sobre el que se dispone un balcón oculto actualmente, recorre todo el ancho del espacio horizontal de referencia, dividido bruscamente por el voladizo de la planta superior. Este segundo piso alberga los vanos verticales anteriormente reseñados y se dividen en dos bloques que se retraen y adelantan aportando cierto dinamismo al exterior. Finalmente, el último piso es el provocado por el espacio superior del tejado a dos aguas, traduciéndose a la vista como un frontón triangular desarrollado por la propia distribución de la techumbre.

Los parámetros estéticos se reducen a la monocromía del color blanco y a la textura que provoca el propio yeso de construcción, sirviendo como única excepción el basamento de piedra rústica sobre el que se cobija la planta baja del edificio.

El interior del edificio ha sido altamente remodelado, por lo que actualmente se desarrolla como un espacio más o menos diáfano dadas las necesidades del último arrendatario del bien.

El inmueble se sitúa cerca del arroyo Pilones, por lo que los problemas de humedad son latentes. La humedad provoca la debilitación de los muros de carga, comprometiendo la estabilidad del inmueble y dando lugar a posibles desprendimientos de las paredes, techos y fachadas. Además, se trata de un problema que afecta igualmente a la estética del edificio, pues las manchas que se han generado son extremadamente visibles incluso en el exterior.

Al tratarse de un edificio antiguo y abandonado, la presencia de elementos perjudiciales como el amianto o uralita resulta muy probable. El amianto es un mineral cuyo uso se popularizó en las construcciones durante el siglo XX, al tratarse de un material resistente y barato. Se trata de un elemento extremadamente perjudicial incluso si el contacto con las personas es leve, por lo que es primordial su eliminación lo antes posible.

El exterior cuenta con pintadas y grafitis que dañan la estética, aportando al conjunto una apariencia dejada y abandonada que fomenta el efecto corrosivo de los materiales originales de construcción.

Centro Cultural

En primer lugar, resultaría conveniente realizar un análisis integral del conjunto arquitectónico, tanto en sus espacios interiores a nivel estructural, como en la propia fachada y techumbre a dos aguas, asegurando de esta manera una correcta situación del inmueble a intervenir.

Reiterando la preocupación por la seguridad de los futuros inquilinos y actividades del centro, cabría reseñar algunos de los problemas estructurales que se originan a partir de agentes de deterioro como la humedad o el amianto. Para su retirada y su total supresión sería necesario recurrir a una empresa homologada que cuente con todas las medidas de seguridad necesarias para llevar a cabo este proceso. En lo referido al exterior del inmueble, sería necesario eliminar las pintadas y grafitis que dañan su estética.

Tras la primera intervención de carácter urgente se precisa realizar labores de reparaciones en cuanto al conjunto arquitectónico. Las tareas se llevarán a cabo en dos fases: exterior e interior.

Tras una consulta documental histórica-artística se ha podido observar cómo el edificio posee ciertos elementos arquitectónicos en su fachada alterados por el paso del tiempo y su devenir funcional. Así, y gracias al estudio fotográfico, se ha podido comprobar que el propio frente del conjunto poseía una balconada actualmente tapiada tras el último uso del inmueble como discoteca. Esta intervención se realizaría en torno al primer tercio de los años 80, recuperándose con esta hipotética restauración del edificio el gran vano del edificio original del Escassi.

En cuanto a la estética de la fachada, y tras los primeros auxilios donde se eliminarían las pintadas y grafitis, sería necesario una limpieza integral del exterior hasta acercar la estética del inmueble a su impronta original.

En lo que al tejado respecta, y tras la comprobación y retirada de posibles materiales nocivos (amianto y uralita), se precisa de la sustitución del material original por nuevos y actuales componentes que cumplan con la normativa de seguridad y en sintonía con la huella arquitectónica primitiva del inmueble.

Por último, en cuanto al exterior se refiere, una interesante propuesta sería dotarlo de una nueva iluminación de carácter artístico que resalte aquellos valores volumétricos del inmueble y su impronta racionalista.

El segundo proceso de rehabilitación atañe a los espacios interiores. Como viene recogido en la descripción del bien, el espacio interno se divide en una planta baja, planta primera y planta superior.

La planta baja se presenta como espacio capital del inmueble por su propia diafanidad y dinamismo espacial. En sintonía con su origen como cine, el espacio debe dar pie a la presencia de sillas, butacas, escenarios y pantallas, todo ello de carácter retráctil para forzar dinamización de los espacios en conveniencia con los actos a realizar.

La planta superior se habilita como un espacio propenso a la realización de exposiciones temporales y/o montajes museográficos.

El tercer y último piso, dado su carácter reducido, se reserva al uso administrativo y otras funciones relacionadas con el mantenimiento la propia actividad del centro.

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Los vecinos de Pedregalejo reiteran a Urbanismo que permute Bobby Logan. (2016). Recuperado: 2021, 18 de marzo, Disponible en: https://www.elpalo.org/los-vecinos- de-pedregalejo-reiteran-a-urbanismo-que-permute-bobby-logan/
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